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Soperbia (Orgullo) De los 8 pecados capitales del comunismo
Soperbia (Orgullo) De los 8 pecados capitales del comunismo
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En esta obra que invita a la reflexión, el artista se adentra en las profundidades de la ideología comunista y revela las siniestras manifestaciones de poder y orgullo dentro del régimen opresor. El lienzo sirve como escenario para revelar no solo los siete pecados capitales tradicionales, sino también un octavo pecado nacido del contexto único del régimen comunista.
En primer plano de la composición se encuentra "Superbia", la encarnación del orgullo y la arrogancia inherentes a la clase dominante. Ataviada con un atuendo lujoso y rodeada de símbolos de autoridad, Superbia exuda un aura de superioridad y mira a las masas con desdén.
Sin embargo, alrededor de Superbia se encuentran otros pecados capitales, cada uno de ellos entrelazado con el tejido del gobierno comunista. La "avaricia" (codicia) está representada por el apetito insaciable de riqueza y poder de la élite gobernante, que amasa fortunas a expensas del proletariado. La "invidia" (envidia) supura entre las masas oprimidas, que resienten los privilegios de los que disfruta la clase dominante mientras luchan por llegar a fin de mes.
"Luxuria" (lujuria) y "Gula" (gula) encuentran expresión en los excesos de la élite gobernante, que se entrega a placeres hedonistas mientras el pueblo sufre. "Ira" (ira) hierve a fuego lento bajo la superficie, lista para estallar ante cualquier amenaza percibida a la autoridad del régimen, aplastando la disidencia con una eficiencia despiadada.
Sin embargo, en medio de la oscuridad, hay un atisbo de resistencia. La “acedia” (pereza) es la apatía que amenaza con engullir a la población, pero también la inercia que alimenta el espíritu de desafío. Y, por último, el “hambre”, el octavo pecado capital, surge como un crudo recordatorio de la privación y el sufrimiento que las políticas del régimen infligen al pueblo.
A través de imágenes audaces y marcados contrastes, el artista expone la bancarrota moral del régimen comunista, dejando al descubierto el costo humano del poder descontrolado y la arrogancia ideológica. Superbia y los ocho pecados capitales del comunismo sirven como un poderoso llamado a la acción, instando a los espectadores a enfrentar las injusticias del pasado y luchar por un futuro definido por la libertad, la igualdad y la dignidad para todos.
Artista: Minos Azahares
Categoría: Pintura
Medio: Óleo sobre lienzo
Firma: Firmado y fechado
Tamaño: 60" X 60"
Año: 2024
Exposiciones: Context Art Miami 2024
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